sábado, 25 de septiembre de 2010

TP 4 - Idea

Joseph Mallord William Turner, Naufragio.

"Volvemos a embarcar, contentos de haber evitado la muerte, pero con el corazón apesadumbrado por haber perdido a nuestros compañeros. Sin embargo, nuestras grandes naves no se alejan sin que hayamos llamado tres veces a los amigos infortunados que perecieron en esa orilla, vencidos por los ciconios. Entonces el poderoso Zeus suscita contra nosotros el viento Bóreas, acompañado de una espantosa tempestad, y oculta bajo densas nubes la tierra y las olas; la noche cae de repente desde el cielo. Nuestras naves son arrastradas a lo lejos sin dirección, y las velas son desgarradas en jirones por la violencia del viento; las depositamos en las naves para evitar la muerte y dirigimos en seguida la flota hacia el continente más cercano. Durante dos días y dos noches permanecemos en esa ribera, con el corazón devorado por los dolores y los tormentos. Pero cuando la Aurora de hermosa cabellera hubo traído el día tercero, levantamos los mástiles, desplegamos las velas y volvemos a subir a las naves, conducidas por el viento y los pilotos. Yo esperaba por fin llegar felizmente a las tierras de la patria, cuando, al doblar el cabo Maleo, Bóreas y las rápidas corrientes del mar me rechazan y me alejan de Citera.”

La Odise de Homero, fragmento del Canto IV: Aventuras en Lacedemonia


La idea que particularmente pensaba o imaginaba visualmente, es sobre algo que nos planteo Campos en la presentación de la mesa, que no recuerdo precisamente cual era la palabra exacta que dijo, pero hablaba que Turner no solo retrataba el momento (tenso, trágico, emocionante, frívolo, catastrófico) sino también el después (lo que quedó, lo melancólico, lo triste, los cimientos desnudos, lo destruido) y hasta da pie a una continuación de todo eso, envolviéndolo en una unidad, es este caso particular en una pieza de arte. Entonces tomando esto, también nos basamos en los cuadros donde están los barcos, los que están en medio de tormentas y los que solo se ven sus siluetas a contra luz por el amanecer o atardecer, y en el fragmento de la odisea (inspiración de Turner en su primer periodo) para armar una simple historia de alguno de esos marineros que sufrieron la furia de la naturaleza. No queremos hacer nada situacional, aunque parezca, el plantearnos una historia es el comienzo para armar una pieza abstracta.

Se pensó en el “naufragio” de algún barco, muchos hombres en el agua, turbulencia, mucho movimiento, sin distinguir nada en particular, mas que el cielo, pero un cielo deformado por el agua. Nosotras como el hombre bajo el tormento de las aguas somos parte de la obra, y vamos llevando diferentes planos desde el fondo del mar, jugar con luces, con elementos, como estos elementos interactúan con el agua, por ejemplo la arena, o telas. Hacerlo turbulento hasta llevarlo a la calma, unificar lo catastrófico y la tranquilidad. No habría un personaje, el elemento principal que lleva la acción es el agua.

Un objetivo principal, es plasmar algo romántico, visualmente bello, cargado de significación.



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